ASERTIVIDAD al PALO: cuando digo no, me siento culpable

ASERTIVIDAD al PALO: cuando digo no, me siento culpable

ASERTIVIDAD al PALO: cuando digo no, me siento culpable

Cada vez que te manipulan para que hagas algo que no quieres hacer, tienes tres alternativas:

  1. Mentir, para no tener que hacer lo que te están pidiendo que hagas, con lo cual te sientes horrible y te odias;
  2. Ceder, acceder a la petición que te hacen pero que no quieres hacer, por lo tanto te sientes horrible y te odias;
  3. Enojarte, con la situación o con la otra persona, dándole rienda suelta a tu ira, y te sientes horrible y…, también te odias

Y en realidad, hay una opción más, la que incluye el título de este post:

Negarte, decir que no, y sentirte como la #$%#”$, digamos que culpable.

Mundo cruel, si los hay.

¿Es que no dejan ser feliz?

Bien, tienes que entender que lo que te pasa es que ERES manipulable, y hay un manipulador cercano a ti que lo sabe.

Por suerte, estás en el lugar y momento correctos: este post. 

Echemos mano al diccionario, comencemos con algunos conceptos:

Asertividad

Es la capacidad de afirmarse en las propias creencias, ideas y sentimientos, haciéndolos respetar al mismo tiempo que respetas los de los demás.

¿Quieres profundizar? Revisa este enlace de Wikipedia.

Sin embargo, aunque el concepto está muy claro, la definición deja un gran vacío y no parece ser muy significativo que digamos.

Por el contrario, en mi experiencia he notado que cuando comprendes cabalmente el significado de su archi-enemigo, la manipulación, es que puedes apreciar la importancia de la asertividad como forma de relacionarte.

Así que vamos a ello.

Manipulación

La gran mayoría de la gente entiende el concepto de manipulación, pero no lo comprende.

No del todo, al menos.

Y comprenderlo a fondo, en profundidad, es el mejor punto de partida.

La manipulación, siempre hablando en la órbita de la comunicación eficaz, se da principalmente en dos situaciones:

Cuando quieren obtener algo de ti, te piden algo, haciéndote sentir de alguna de esta manera:

  • Ignorante
  • Culpable
  • Estúpido

Alguna de ellas, o las tres (hay verdaderos expertos en este sutil arte).

Revisa estos ejemplos:

Un amigo de tu hijo adolescente le ofrece un cigarrillo y cuando éste se niega, le dice:

¿No sabías que todos fuman? Vamos, no seas cobarde… [IGNORANTE] [ESTÚPIDO]

También puedes proyectar esta situación a una jovencita que anima a su amiga a tener relaciones sexuales con su novio, o a que pruebe alguna droga prohibida.

Otro ejemplo:

Dos hermanos ya grandes, hombre y mujer, ambos con su propia familia. El varón le habla a su hermana para pedirle dinero prestado, por enésima vez.

—Hermana, ¡gracias a Dios que te tengo! Es que de nuevo no dejaron entrar a mis hijos a la escuela hasta que no pague lo atrasado, tu cuñada está muy mal, yo también, y bueno, si no consigo dinero pronto mis hijos no podrán entrar a la escuela… [CULPABLE]

¿Vas captando la onda de la manipulación?

Nota: NO es manipulación cuando te piden algo de forma directa y clara. Cuando alguien te dice: “Tengo este problema, ¿podrías ayudarme?” no te están manipulando, te están pidiendo un favor.

Cuando te hacen una crítica sarcástica e hiriente.

¿Ya viste esas entradas en la frente? ¿Y esa barriguita?

¿Conoces personas así? Pregunta retórica, por cierto.

Nota: NO es manipulación cuando la crítica es intensa o violenta. En ese caso estás en presencia de un insulto, y también se pueden usar técnicas asertivas a modo de respuesta. Será tema de otro artículo.

¿Eres manipulable? Esta es tu hoja de ruta.

Primero, deja decirte algo. Todos…, sí, sí, TODOS somos manipulables en algún punto, alguna circunstancia o alguna persona. Así que no es para sentirte mal contigo, sólo toma cartas en el asunto y adquiere este valor en tu vida, que te irá mucho mejor. Mucho.

1ro. Acepta lo que hay, inclúyete a ti además de la situación.

Si tienes un tiempo siguiendo mis publicaciones, sabrás que es un concepto que lo exploto al máximo, porque sin aceptación, no hay nada. Es decir, si quieres cambiar tu realidad debes aceptar primero que “esa es la realidad”. Si la niegas, eternizas el problema.

¿Te sientes culpable cuando dices que no? ¿Te sientes obligad@ a mentir para no tener que hacer algo? ¿Terminas cediendo a desgano, a las necesidades y caprichos de alguien más?

Todo esto y más te ha pasado y te pasa actualmente, y no te gusta, y te sientes de la &%$#%&. Lo peor que puedes hacer es rechazarlo, enojarte o eliminar las relaciones tóxicas que crees tóxicas.

En lugar de eso te propongo que aceptes tu historia, que la abraces, y entiendas que no ha sido tu culpa, ni tampoco es culpa del manipulador. Él o ella te manipuló bajo tu consentimiento.

2do. Perdona y perdónate.

Cuando entreno a alguien en técnicas asertivas, el primer paso es darse cuenta, lo que escribí más arriba.

Pues bien, sucede que este paso es doloroso para muchas personas, porque caen en la conclusión que alguien cercano, de la familia, el trabajo o amigos, los han tratado como estúpidos y pusilánimes por años.

A veces por décadas.

Y esto es complicado de digerir. Se sienten muy mal porque en última instancia, ellos permitieron todo eso.

Por esa razón, es que este paso en la hoja de ruta es esencial. Debes tener piedad contigo mism@ y entender que en cada situación de tu vida hiciste lo mejor que pudiste, con los recursos con los que contabas.

Y cada vez que te manipularon, no tenías la información que tienes ahora mismo.

3ro. Enfócate en mejorar tú, NO en cambiar la relación.

Las técnicas asertivas son el equivalente perfecto a un arte marcial lingüístico. Es poderoso, más de lo que crees.

Sin embargo, no es buena idea aprenderlo y aplicarlo inmediatamente a cada relación tóxica que tengas.

Imagínate que aprendes Kung Fu, Jiu-jitsu, Aikido y Boxeo, y sales desbocado a enfrentar a las personas que te hicieron bullying durante años.

No es buena idea por dos motivos

  1. Los que te “hacían bullying” son tus padres, hijos, hermanos, esposos, amigos…, etc. ¿En serio quieres vengarte?
  2. Las técnicas se aprenden rápido, pero la evolución personal que sostiene una técnica, es mucho más lenta. Conclusión, no vas a poder sostenerte en “modo asertivo”.

Por el contrario, si reconoces que tienes el problema, lo aceptas, perdonas y “te” perdonas, y te enfocas en invertir en ti, adquieres más valor y más claridad, los demás te verán de otra manera, tú te verás de otra manera también, y mucho de tus rasgos manipulables se irán disipando.

¿Significa esto que no es buena idea aprender y utilizar técnicas asertivas en mis relaciones?

No. No digo eso.

Invertir en técnicas asertivas te harán más valios@, definitivamente.

A los fines de este artículo, lo que sostengo es que debes tomarte con calma el proceso y sentar las bases para convertirte en una persona asertiva.

Es decir, hacerlo de a poco, con paciencia y cultivando el amor propio. 

Llegamos al final, y si te gustó este post, te invito a compartirlo en tus redes sociales o enviárselo a esa persona que sabes que puede necesitarlo.

Como siempre, hecho con amor.

 

Federico

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No es buena idea eliminar a las personas tóxicas de tu vida

No es buena idea eliminar a las personas tóxicas de tu vida

No es buena idea eliminar a las personas tóxicas de tu vida

Lo has leído en “memes”, quizás escuchado en conferencias o en pláticas con amigos. “Elimina a las personas tóxicas” se vuelve en una especie de mantra y pareciera ser la solución más rápida y eficiente para borrar de un plumazo, a todos aquellos que te amargan el día.

¡Qué lindo que sería poder hacerlo!

Imagina…, poder despedir al jefe que te hace trabajar horas extras, no reconoce nada de tu esfuerzo y te ignora todo el tiempo, salvo cuando quiere descargar su frustración, entonces ahí sí te llama la atención por cualquier estupidez.

O el vecino que llega a la dos de la mañana con la música a todo volumen, te despierta, y con suerte logras conciliar el sueño 15 minutos antes de levantarte.

¡Ah!, si se pudiera…

Pero…, ¿realmente es buena idea?

Como leíste en el título del post, lamentablemente no es recomendable, no se puede en realidad ni si quiera aunque fuera solamente con una. 

No. Olvídalo.

Cada persona tóxica en tu vida es una oportunidad de aprendizaje INVALUABLE y que, a partir de ahora, vas a aprovechar al máximo.

Persona Tóxica = Mina de Oro

No. No estoy exagerando con la afirmación anterior.

Las personas “tóxicas” representan en sí mismas una oportunidad de aprendizaje y crecimiento sin parangón. Al final del artículo, quizás quieras hacerles llegar algún presente, a modo de agradecimiento.

A continuación voy a presentarte los argumentos que quiero que consideres y después veremos algunos ejemplos de toxicidad y… “su vacuna”

Arrancamos.

Tus propios juicios

¿Quién es tóxico y quién no? Creo que con esta pregunta que da claro el matiz, ¿verdad? Ponemos una etiqueta a una persona basada en nuestro propio juicio y, al estar sustentado por lo que sentimos sobre él o ella, lo confundimos con la verdad pura y dura.

No me refiero a que tengas razón o no. Evidentemente, cuando tú o cualquier otra persona se refiere a a alguien como “tóxica”, hay motivos, hay una historia que con sólo recordarla nos afecta y nos pone mal.

Sin embargo, otras personas pueden tener una opinión muy diferente de la misma persona, calificándola de agradable o simpática. ¿Quién tiene razón?

¿Vas a eliminar a todas?

¿Qué pasaría si empiezas a notar que una gran parte de tu entorno…, es tóxico? La mayoría de las veces nos referimos así para personas del trabajo: a veces un jefe, otras un compañero. Pero…, ¿y si la lista comienza a incrementarse peligrosamente? A veces es un familiar, político o sanguíneo. ¿Y si la persona tóxica es la que duerme contigo todas las noches?

Es cierto que hay veces que una persona es tóxica para nosotros desde el minuto que la conocemos, pero esto no es lo más frecuente. Lo normal es que comenzamos una relación con una persona y, con el paso del tiempo, le dejamos pasar ciertas libertades, algunas conductas, y entonces esta persona se hizo tóxica para nosotros frente a nuestras narices y con nuestro completo consentimiento.

Esta afirmación suele contrariar mucho a mis clientes cuando se los menciono, porque implica hacerte responsable de tu parte en la relación, porque hasta ese momento tú eras la víctima y la otra persona, la tóxica, la victimaria.

La historia se volverá a repetir

Ya veremos que está muy ligado al punto siguiente. Las personas tóxicas son como una especie de examen en la escuela o la universidad: hasta que no lo aprobemos no podremos terminar la carrera y avanzar.

Recuerdo que le pasó a mi hijo varón cuando iba a la primaria y uno de los compañeros era el “bravucón” del grado, y el que normalmente molestaba a los demás. Mi hijo lo sufría, y también varios de sus otros compañeros.

Hablé con él (con las limitaciones del caso, obviamente) y traté de ayudarle y darle ánimos para que enfrentara a su compañero para ponerle límites porque de lo contrario -le expliqué-, si no lo superaba ahora más adelante vendría otro “bravucón”, con otro nombre pero con idénticos resultados. En su caso, tuvieron que venir dos más para que pasara esa prueba y hasta este momento, al haber aprendido a poner límites de forma natural, ¡ya no ha vuelto a sucederle!

Y un poco más reciente, pasó también algo muy parecido a un amigo que sufría con su jefe. Abusaba de la buena predisposición de mi amigo, le hacía trabajar de más, jamás lo felicitaba, lo ponía en evidencia ante cualquier error y un tiempo después, cuando cambió de trabajo, lamentablemente su supervisor, que era su jefe directo, era un poco peor que el anterior.

A ti te debe haber sucedido cosas así, quizás no iguales a las que te describo, pero seguramente tienes ejemplos en tu vida que marcan que, cuando no superas una prueba, en este caso una persona tóxica, y huyes de ahí sin más, más tarde cambian las personas pero la prueba se repite.

No creo que se trate de karma, más bien tiene que ver con energía y aprendizajes, que es el punto siguiente.

Lo más importante: tu aprendizaje y evolución

Como mencioné más arriba, una persona o mejor dicho una RELACIÓN, se hizo tóxica con el paso del tiempo frente a tus narices y con tu completo consentimiento. Esto al menos en la gran mayoría de los casos.

Ahora bien, esto no es para sentirnos mal y castigarnos, más bien es para que visualices la gran oportunidad de aprendizaje y evolución que significa SUPERAR el conflicto o angustia que esta persona puede provocar en ti.

Tienes que tener en cuenta que la prueba, es decir, superar, vencer tus miedos o limitaciones y animarte a cambiar (poner frenos, hablar, alejarte, etc.) una relación tóxica sólo se pasa una vez. Saber esto te motivará a dar el primer paso, aunque tengas miedo o inseguridad, vaya, ¡aunque salga mal!, sólo tendrás que pasar por esta prueba una sola vez en tu vida.

¿Por qué la prueba se pasa una sola vez?

Imagínate que estás en la universidad, y te preparas muy bien para un examen y lo apruebas. ¿Podrías repetir el mismo examen una semana después, y aprobarlo? ¿Verdad que sí?

Bien, en este caso es exactamente lo mismo. Para cada tipo de persona o relación tóxica que tengas en tu vida, sería como un examen de una materia diferente en la escuela. ¡Así de fácil!

Además, yo le agregaría que una vez que pasaste la prueba, tu propio aprendizaje se le parece más a andar en bicicleta, porque nunca vuelves a olvidarlo.

Esto debería ser motivo suficiente para motivarte y animarte a que pongas un límite a lo que normalmente estabas acostumbrad@ a tolerar dentro de una relación tóxica. No es que sea vuelva “cada vez más fácil”. Simplemente se vuelve “tremendamente fácil” una vez que pasaste la prueba.

¿Me prometes que lo intentarás?

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Hecho con amor,

Federico

 

 

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Introducción al PH EMOCIONAL

Introducción al PH EMOCIONAL

Introducción al PH EMOCIONAL

La idea de PH Emocional no es nueva, Hay algunas referencias en el desrrollo humano en general, pero sobre todo en la bioenergética. Además, se trata de un concepto sumamente intuitivo.

Sin embargo, como no te beneficia en nada saber la definición de esto, al final del artículo te compartiré algunas sugerencias acerca de cómo puedes mejorar el PH de tu entorno.

Sobre el Potencial de Hidrógeno o PH

En este apartado seré especialmente breve, porque puedes encontrar en internet esta información más detallada en sitios especializados. Para nuestros fines, diré que el PH es una escala para medir qué tan ácida es una sustancia. La escala va desde el 0 hasta el 14, siendo el cero lo más ácido, y el 14 lo más básico o alcalino.

Las sustancias comestibles con un PH ácido, tienen un sabor agrio o ácido, como los cítricos, el vinagre a la aspirina. Y las sustancias alcalinas, poseen un sabor amargo. Ahora bien, si quieres interiorizarte un poco más sobre esto sin complicarte mucho, puedes ir a este enlace. Y si quieres saber a nivel ciéntifíco como es la reacción de autoionización del agua, puedes hacer click aquí.

Uno de los puntos interesantes que hace unos años reflotó esto del potencial de hidrógeno, fueron unas investigaciones que declaraban que un cáncer únicamente se podía desarrollar en un organismo con características “ácidas”; por lo que una alimentación alcalina podía prevenir y hasta curar el cáncer. En líneas generales, todo lo que te gusta pero trae consecuencias (azúcares, gaseosas o refrescos, harinas, frituras, etc.) contiene un PH ácido. Y lo sano (frutas, verduras, legumbres), es alcalino.

Sobre el PH Emocional

Tomando prestado el concepto de la química a modo de metáfora o analogía; podemos considerar el PH Emocional pero no de una sustancia, sino que aquí nos referimos al grado de acidez o alcalinidad que está presente en tu entorno inmediato, donde pasas la mayor parte del tiempo.

Podríamos pensar que en última instancia, la medida de acidez o alcalinidad del PH Emocional debería estar “en nosotros mismos” y no en nuestro entorn; sin embargo, ambas cosas son un reflejo de la otra.

Nuestras emociones se reflejan en nuestro entorno y también nuestro entorno, se refleja en nuestras Emociones.

Esta afirmación pone de manifiesto y subraya el hecho de que nuestro hábitat inmediato, influye en cómo nos sentimos día con día. Creo que es una verdad que ya la sabes, pero déjame ser un poco más enfático.

Debajo pongo dos imágenes. Observa las emociones que te suscitan la primera imagen, y luego la segunda.

Ahora repite el mismo proceso, pero con la imagen de aquí abajo.

Antes que nada, quiero aclararte que no se trata de una cuestión de tener mucho dinero o ser pobre. Un PH ácido y por lo tanto nocivo para tus emociones, puede presentarse en un ambiente de opulencia o de extrema pobreza. En este caso, únicamente trato de dramatizar los ejemplos para que quede claro el punto anterior, de que

TU ENTORNO SÍ TE AFECTA, Y MÁS DE LO QUE CREES.

5 Cosas que Puedes Hacer

  • Implícito en todo el artículo: comprender que tu casa, la forma en cómo vives, para bien o para mal influye en tus emociones con la fuerza de glaciar: lento pero aplastante.

 

  • Rodearte de vida siempre será una variante “alcalina” en tu entorno. Así que por favor…, no salgas corriendo a comprar una planta de plástico. Eso es espantoso, no embellece, ni mejora el PH.

 

  • Siguiendo el punto anterior…, ¿tienes una mascota? Si la respuesta es “SI”, ¿cómo la tienes? ¿Disfrutas con ella o por el contrario vives quejándote por limpiar lo que ésta ensucia? Y si la respuesta es “NO”…, considera tener una. Siempre será una medida “saludablemente alcalina”.

 

  • Orden, limpieza y roturas. No se trata de que limpies y ordenes porque “no te queda de otra”. Se trata de “ponerle onda”. Cambia las cosas de lugar, si algo te molesta muévelo, regala lo viejo o lo que ya no te gusta, y repara o cambia rápidamente lo que se ha roto.

 

  • La belleza. Éste último punto, está casi por completo en la órbita de influencia de la mujer, con las excepciones que quieras. Con muy poco dinero puedes hacer que tu casa se vea realmente bella, y no me refiero a algo que “lo haces ahora y ya está”, sino que se trata de un proceso que nunca termina. Así que si eres hombre, escucha por favor a tu esposa, o a tu mamá, o a tu amiga, y hazle caso; compra el cuadro y las plantas que te dijeron que compraras.

 

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Con amor,

Federico

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