¿Te angustian tus problemas? Aquí te explico cómo encontrar inspiración y motivación en ellos.

¿Te angustian tus problemas? Aquí te explico cómo encontrar inspiración y motivación en ellos.

¿Te angustian tus problemas? Aquí te explico cómo encontrar inspiración y motivación en ellos.

La habilidad de solucionar problemas es algo que tendríamos que haber aprendido desde la más tierna infancia, sin embargo, la mayoría de las veces no es así. 

Llegamos a nuestra etapa adulta y, dependiendo de la capacidad que tengas para resolver tus problemas, va a ser el resultado de la calidad de vida que logres para ti y tu familia. 

No importan los viajes que puedas hacer, lo enamorad@ que te sientas de tu pareja, o la estabilidad del trabajo que tengas. 

Si no sabes lidiar adecuadamente con tus problemas, sentirás que tu vida es pobre, gris y que no te sabe a nada. 

Por suerte para ti, estás en el lugar correcto. Sigue leyendo, por favor. 

«¡Ay! Benditos problemas que no terminan nunca».

La teoría y el sentido común convergen con mucha claridad sobre este punto, y arrojan varias conclusiones que vale la pena mencionar:

  1. Tienes problemas porque estás viv@. Si no los tuvieras…., bueno. ya sabes porqué.
  2. Cada problema es, en realidad, una oportunidad encubierta o una lección de la vida que tienes que afrontar. Y también, creo que ya lo sabes.
  3. El tamaño y dificultad de un problema no es tan importante como la actitud que tengas al momento de encararlo. Y eso…, me parece que también lo sabías. O lo intuías.

Esto, obviamente, es en un plano idea. Así es como «debería» ser y podríamos acordar tú y yo que es la forma apropiada de encarar las adversidades cotidianas.

Pero como bien sabes, en tu día a día, se hace un poco más complicado.

Sólo dos tipos de problemas. Aprende a distinguir cuál es cuál.

Si haces una lista de todo aquello a lo que llamas «problema», podríamos hacer dos columnas y listar en cada una de ellas a cada problema que tengas.

Me refiero a «CONTINUIDAD» y «CRECIMIENTO».

Cualquier problema, situación, adversidad, dificultad o como quieras llamarle a eso que te angustia, te quita el sueño o la energía puede ser de uno u otro tipo. Sólo dos categorías.

Problemas de Continuidad

Aquí entran todas las situaciones que no has resuelto en el pasado y, literalmente, cargas con ellas día con día.

El trabajo que no te gusta y el jefe que no soportas que te producen angustia porque encima no llegas a cubrir todos tus gastos, es un buen ejemplo de esto.

Pero no abarba solamente los problemas de tu economía. La actitud de tu pareja que hace que te «$%#%&/%» y no sabes cómo encararlo para no hacer un problema más grande, o la falta de propósito de propósito y dirección que sientes en tu vida también entran dentro de los problemas de continuidad.

Lo que debes saber y tener bien en claro, es que este tipo de problemas son los que se hacen crónicos, te quitan todos los días una pequeña cantidad de energía y te alejan, sistemáticamente, de tu mejor versión.

Problemas de Crecimiento

También son problemas, también tienen el poder de quitarnos el sueño, la claridad y el enfoque y, sin embargo, su naturaleza es bien distinta a los de continuidad.

Este tipo de problemas se presentan, básicamente, un par de segundos después de que has tomado una decisión.

Mientras más importante y desafiante la decisión, más importante y desafiante el problema de crecimiento.

Quieres mejorar tu economía y decides, de una vez por todas, que vas a poner un negocio. Pues bien, ¡ahora tienes problemas nuevos qué resolver, que antes no tenías!

¿Qué tipo de negocio vas a poner, cómo conseguirás el dinero, en qué tiempo lo llevarás a cabo? 

Problemas, problemas, problemas. 

Sin embargo, creo que ya captaste la diferencia entre esto y la categoría anterior. 

Estos problemas se presentan cuando estás empujando tu realidad, transformándola en algo que se adecúe a tus valores y deseos. 

 Y esto último no es un detalle menor. 

¿Y ahora qué? 

Ahora mismo tienes claridad en esto: 

  1. Los problemas de continuidad drenan tu energía, carcomen tu autoestima y te cocinan a fuego lento. No vas a encontrar motivación ni inspiración aquí. 
  2. Un problema de crecimiento es puerta de oportunidad que puedes fabricar cuando quieras (depende de una decisión), y aquí es donde quieres poner a prueba tus emociones, capacidad de respuesta y de solución.  

Una vez que tienes identificado el tipo de problema que tienes enfrente pregúntate (e imagínate)…

¿En quién me voy a convertir cuando resuelva este problema?

Créeme que todo lo que te puedas imaginar, te quedarás corto. Porque es muy difícil de dimensionar tu propia evolución desde el carácter y determinación que vas a adquirir, o la nueva opinión que tengas de ti mism@ cuando vayas solucionando este tipo de problemas. 

Y ahora, tu turno. 

Deberás decidir si este contenido termina siendo es letra muerta para ti, o si vas a incorporar algo de esto a tu vida. Si busca la motivación y la inspiración en el tipo de problemas «correcto», vas a disfrutar mucho la transformación en tu mejor versión posible. 

 ¡GARANTIZADO!

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Como siempre, hecho con amor.

 

Federico

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