Cuando eres tu peor enemigo
La vida nunca fue fácil, ni para ti ni para nadie.
Hay gente que nació con algunas ventajas, es verdad, o incluso en «cuna de oro», pero lo mismo tuvieron que afrontar sus propias batallas que nadie vio ni se entera.
Sin embargo, hay otro tipo de batallas, que son invisibles para todos y créeme cuando te digo que son las peores, las más descarnadas, injustas y sangrientas.
Analogía deportiva para comprender
Has visto un partido de fútbol alguna vez, lo mismo sirve para esta analogía cualquier otro deporte.
Tu equipo tiene que enfrentar al equipo rival, lo que hasta ahí sería normal y lo más obvio.
Es una competencia deportiva con reglas claras y se asemeja a los desafíos que la vida nos presenta a todos, todos los días.
Ahora imagina que tu equipo no sólo tiene que enfrentarse al otro, sino que el árbitro hace, misteriosamente, la vista «gorda» para las faltas que comete el equipo rival y a tu equipo les cobra absolutamente todas, incluso las que él se imagina.
Es decir, juega en contra de tu equipo.
Los jueces de línea y el cuarto árbitro también replican la actitud del árbitro es decir, juegan en contra de tu equipo.
Pero la tribuna también está en contra. El público no deja de hacer cánticos descarnados y atemorizantes en tu contra, como diciendo: «se te atreves a ganar aquí, si quiera a hacer un gol, no salen vivos de la cancha».
¿Se puede estar en peor desventaja que esta?
Lamentablemente sí.
Al cuadro anterior, súmale que tu propio equipo…., SÍ, tú propio equipo, también juega en tu contra.
«Jugar» así no vale la pena: sólo puedes perder
Y «jugar» un partido en este contexto, se refiere a las áreas más importantes de tu vida.
- Tu familia
- Tu relación de pareja
- Tu trabajo
- Tu salud
- ¡Tu mism@!
Cuando eres tu peor enemigo y prolongas esto en el tiempo, terminas viviendo por inercia: sin aspiraciones, sin propósito y llen@ de cicatrices.
Ni te preguntes por el amor propio, la confianza o la claridad personal: esas emociones ya han muerto hace tiempo o están confinadas en lo más profundo de tu inconsciente.
Perdón que lo suelte de esta forma tan cruda y directa, pero si estás leyendo esto ahora mismo, es muy probable que ya conozcas estas emociones de primera mano.
Qué puedes hacer
Son varias cosas que quiero que tengas en cuenta, así que toma nota por favor.
Debes armarte de paciencia
Necesitas entender que la solución a la situación en la que te encuentras no es rápida.
No se trata de una fobia que quieres quitar, que lo logras en menos de 30 minutos con PNL. No.
Estás frente a lo más sagrado que tendrás jamás: tú mism@, y entrenar a tu sistema de emociones a que lo entiendan y se comporten acorde a esto llevará tiempo.
Deja de buscar la solución en el lugar equivocado
No me voy a cansar de decirlo, por escrito en mis post´s y también en mis Lives y vídeos.
Entender que el problema no está en tu trabajo, no es tu jefe, tu pareja, el mercado o el gobierno, el vecino, tus padres…
Nop, todo eso es «afuera», y en ese lugar no está la solución.
El enfoque que tienes que tener es en el lugar donde nace tu peor enemig@, y eso es «dentro de tu piel», no afuera.
¿Se entiende?
Encuentra una hoja de ruta o ayuda externa
Cuando una persona es su peor enemiga, es complicado resolverlo por sí sola.
No es que «no se pueda», ¡claro que es posible! Pero es complicado.
Si con ayuda externa lleva tiempo, sin ayuda llevará más tiempo.
Busca ayuda profesional (por favor) y ya que llegaste hasta aquí, quiero decirte que desarrollé un ritual para lograr todo lo que te he expresado en este artículo.
Se llama Ritual para dejar de ser tu Peor Enemigo y te invito a que lo revises y consideres aprenderlo e incorporarlo a tu vida.
Si te gustó este artículo te invito a compartirlo en tus redes sociales o enviárselo a esa persona que sabes que puede necesitarlo.
Como siempre, hecho con amor.
Federico
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